26 de marzo de 2014

¿Dónde están tus ojos negros? - Santabárbara. 1976



Vaya por delante, queridos, que a mí la canción esta me encanta. Que tengo yo un gusto raro para mis cosas, qué le vamos a hacer. 

Pero por mucho que me guste la simpleza y que la letra no resiste ni un análisis de estudiante de la LOMCE, no la traigo aquí para comentar este aspecto. La traigo por dos razones. La primera por la psicodelia de la que hace gala el vídeo, que es como para que te dé un ictus si lo ves dos veces seguidas, y comentar algunos de los misterios que encierra, a ver si alguien me puede dar respuestas. Y la segunda, porque me da la gana, que el blog es mío y me lo follo cuando quiero. El orden de las razones es perfectamente intercambiable.

El primer misterio que me ataca mientras contengo un inminente ataque de epilepsia es ¿por qué Mario Balaguer, el guitarra, sólo sale en primer plano en la primera imagen? Tampoco afeaba tanto el conjunto. Quiero decir, que entiendo que si los otros dos hubieran sido, qué decir, George Clooney y Brad Pitt, pues tira que va. Pero nada más lejos que Nueva Zelanda.

Segundo misterio. ¿A quién se le ocurrió la brillante idea de poner esa imagen psicotrópica de una especie de ojo caleidoscópico detrás de los primeros planos mientras se pregunta esta triada dónde están los ojos negros de no se sabe quién? Como metáfora la encuentro chabacana, facilona pero, sobre todo, inquietante. Que está la cosa de los psicópatas asesinos en serie como para hacer chistecitos.

Tercer misterio. ¿Pagaron por que les escribieran esta canción? Que, oye, a mí me parece que a todo trabajador hay que pagarle por su trabajo, pero es que no sé si al autor de esto se le podría considerar trabajador. Que la cosa, porque está escrita cuando está escrita, pero si no llega a ser así era como para pedirle que rularan esos brotes verdes que fuma.

Cuarto misterio. Voy a presuponer que en los 70, Alberto López, el señor ese que está en el grupo para salir con cara de estreñido y traje granate aunque en realidad parece ser que era un estupendísimo batería más bien desaprovechado, era el modelo de 'guaperas' (sí, jovenzuelas, no solo los hipsters son un misterio inescrutable en lo estético. En la 'antigüedad' también pasaban cosas raras), porque si no no tiene explicación que, para su escasa intervención en la cuestión musical, el cámara se cebara a saco con su careto. Que poco a poco el amago de ictus ha ido mudando en gripe estomacal y esto no puede ser bueno.

Quinto misterio. Y no hay quinto malo, ya sabéis. ¿Son Enric Milián, el cantante, y Carlos Tarque (solista de M Clan) la misma persona? ¿Será verdad que los vampiros existen y habitan (¡y cantan!) entre nosotros? ¿Será una reencarnación? Tengo que hablar urgentemente con Iker sobre esto, que lo mismo le soluciono el programa de la semana que viene.

Hay más misterios, que os recuerdo que desde hace 33 años llevan los ojos negros estos desaparecidos y no parece que os preocupe, pero tampoco quiero que esto parezca el Rosario de la Aurora. Si eso, otro día seguimos. Ahora os dejo con la letra no sin antes agradecerle a Cholo Rosete que me haya recordado esta maravilla friki y que tengo que atender al blog de vez en cuando.

Sed felices... si podéis. Muhahahahahahaaaaaa



¿Dónde están tus ojos negros?
¿Dónde están tus ojos negros?
¿Quién me los robó mientras me dormí?
se los llevó lejos de aquí.
¿Dónde están tus ojos negros?
¿Dónde están tus ojos negros?
¿Quién me los robó mientras me dormí?
se los llevó lejos de aquí.

Buscándolos salí de mi casa,
perdido y sin saber donde ir,
de pronto apareciste, te oí decir mi nombre,
y luego te acercaste hasta a mí.

¿Dónde están tus ojos negros?


¿Dónde están tus ojos negros?
¿Quién me los robó mientras me dormí?
se los llevó lejos de aquí.
¿Dónde están tus ojos negros?
¿Dónde están tus ojos negros?
¿Quién me los robó mientras me dormí?
se los llevó lejos de aquí.

Llegaste con la misma mirada,
y tú me sonreíste feliz,
me pareció imposible,
volví a enamorarme
igual que como antes de ti.

¿Dónde están tus ojos negros?
¿Dónde están tus ojos negros?
¿Quién me los robó mientras me dormí?
se los llevó lejos de aquí.

¿Dónde están tus ojos negros?
¿Dónde están tus ojos negros?
¿Quién me los robó mientras me dormí?
se los llevó lejos de aquí.

16 de septiembre de 2013

María Magdalena - Trigo Limpio. 1978.




Buscando y rebuscando  entre las 'cienes y cienes' de canciones susceptibles de regalaros, hace un rato encontré esta joya difícilmente superable como horterada y como pesadilla que me perseguirá, seguramente, durante toda esta semana. Sí, reiros, pero me he pasado cuatro días pensando que la chica del póster, Francisco y las cimbreantes mozas que le acompañaban me iban a asaltar a la vuelta de cualquier esquina. Ya veréis que risas como me dé por decir que me persigue la Magdalena.
 
Y que no es la de Sabina, que no hay señora más puta ni puta más señora y no iría persiguiendo a taradas desconocidas en sus pesadillas. Ni siquiera es la de la Biblia que, oye, esa se te pone a los pies de la cruz y ni molesta ni nada. No. Esta es, ¡asombráos! la de Juan Carlos Calderón. Si os lo tengo dicho: todo el mundo tiene un pasado.

Os recomiendo que no os perdáis la letra, que os dejo aquí abajo, porque es todo un ejercicio de surrealismo chungo. El vídeo también pero, haceros cargo, aún no había Constitución que nos garantizara los derechos más elementales. 

Hale pues. Yo no me responsabilizo.


Maria Magdalena, Magdalena.
Maria Magdalena,Magdalena.
Maria Magdalena,Magdalena.
Maria Magdalena,Magdalena.


CORO:
Maria Magdalena ya no está. 

No oigo su guitarra
¿se habrá ido ya?
(Y aún lo dudas, pánfilo. Y como sigas pegando esos berridos va a venir el sereno a darte de guantás).
Llámela esta noche,
quizas mañana,
tal vez jamas.
(Vamos, que si ves que no contesta, tampoco insistas mucho).
Maria Magdalena ya no está.
Dijo le dijera
que no volverá.
(¿Qué te estaba diciendo? ¡'Vais', 'vais'!).
Si quiere un consejo de
un buen amigo,
olvídela
. (Si quiere otro consejo, cambie de autor para próximas melodías. De nada).

Ayer mi boca
celó en tu boca
y no te supe besar.
Dime mi amor porqué no
te puedo amar.


(De las preguntas necias y los oídos sordos esta criatura no ha oído hablar nunca ¿no? Que su boca celó en la boca de la ausente y no la supo besar. ¿Celó? ¿En cuál de las ocho acepciones de la cosa que nos regala el DRAE? Que da lo mismo, me vale cualquiera para poner pies en polvorosa y si te he visto no me acuerdo que me dan pampurrias).

Maria Magdale... (no se ha cortado el texto, es que va así el asunto. Reclamaciones, al maestro armero).
ayer mi cuerpo
no fue tu cuerpo,
qué clara vi la verdad.
La Magdalena de ayer
hoy se te va. 


(Loca me ha dejado con lo de la transmutación de los cuerpos. Pero loca perdida. ¿Creéis que si le pregunto lo que fuma me lo dirá?)

ESTRIBILLO.


Maria Magdale ena... (El maestro armero se está impacientando).
Eres raiz, yo soy hoja al viento.
Soy guitarra y cantar.
Tu eres cama caliente
y yo pajar.
 




(Es lo que tiene intentar hacerle homenajes a Mocedades, que no llegamos. O nos pasamos. Porque eso de la cama caliente y el pajar queda más de Esteso, Pajares y su Ramona que de una cosa tan seria como la versión musical de La Huída, Sam Peckinpah me perdone).

Maria Magdale ena... (Don't disturb. Fdo. El maestro armero).
Eres remanso,
yo soy arena,
y nunca pudiste cerrar
la jaula de donde huyó:
¡¡Magdalenaaaa!! 





(La coherencia, esa gran desconocida a finales de los 70 en esta España nuestra).

13 de septiembre de 2013

La chica del póster - 1982



Por algún tema había que comenzar y este es tan bueno, es un decir, como otro cualquiera. Eso y que escucharlo ayer en la SER (es mi blog y hago publicidad donde me da la gana, aviso) me dió la idea de este blog. Porque mira que hemos sido horteras, todos sí (eh, el del fondo, no se esconda que usted también tiene lo suyo), seguramente lo seguiremos siendo toda la vida, y lo bien que lo pasamos recordándolo.

El vídeo que os pongo no es, seguramente, el mejor de esta canción (como si fuera posible hacer un buen vídeo de este ripio musicado) y la imagen tiene una calidad muy, pero que muy, mejorable, pero es el que mejor recoge la 'horterez' del asunto. Si fuera posible, seguro que también salpicaba caspa. Esas modelos cimbreantes (inserte su carcajada aquí) que ahora serán honorables madres de familia que rezarán a diario para que ninguna lengua viperina le dé por buscar y encontrar este desliz de juventud. Se siente. Ese Francisco juvenil y sugerente (hale, no seáis tímidos, más carcajadas aquí, va) con ese 'hachazo in the middle of the craneo', esas hombreras, esa chaqueta entallada que tiene a mademoiselle Chanel removiéndose en su tumba... Y ese decorado de especial Nochevieja, pero vieja, vieja. No me digáis que todo ello no es una maravilla. Llevo emocionada desde que lo ví. Y estupefacta. Pero yo soy de fácil 'estupefactar', no le déis más importancia.

Y por si faltaba algún detalle, aquí os dejo la letra. Un poquitín comentada, que no me puedo resistir yo a un comentario de texto.



Era modelo de alta costura.
Tenía encanto y unas piernas de locura.
Los ojos como el mar, los labios de coral
y una expresión entre deseo y travesura.


Yo la quería, la idolatraba.
Tenía un póster suyo al lado de mi cama.
Soñaba con tener su cuerpo de mujer
y descubrir con ella el mundo del placer.


(Como tonto, ¿eh? Si llega a ser fea como un callo malayo -que deben ser más feos que los callos de otras partes del mundo-, antipática y 'recortada' a buenas horas se ponía él a hablarnos de sus húmedas noches desgraciando fotografías, ahí, a lo loco. Y que, además, hubiera sido difícilmente rimable la cosa, y eso, para canción, es mal negocio).

Cuántas veces ella me insinuó,
ámame, ámame.
Cuántas veces tuve yo su amor
de papel, de papel.
 


(Lo que es la imaginación, eh. Y tan contento que nos lo cuenta el chaval).

Saltó de pronto a los diarios
como el romance de un obeso millonario.
De vuelta en el amor,
siempre tomando el sol
como un lagarto, en el jardín de un balneario. 


(Vale, aquí afortunado, lo que se dice afortunado en el requiebro tampoco es que haya estado. Pero sí que ha derrochado sutileza. Fijáos si no cómo deja caer que un poquito lagarta sí era la moza. Y rimando perfectamente, que eso es algo que a mí me tiene loca de toda la vida de dios).
 

Se hizo vestidos, lució brillantes
y ya no fue la misma chica que era antes.
Se acostumbró a vivir, seis meses en París,
pero ni un sólo día pudo ser feliz.


Buscando en el baúl de los recuerdos

¿Sí? ¡Ah, hola! Disculpad, que estaba aquí, entretenida con mis discos y mis cosas. Que se pone una a ordenar vinilos y parece que se reproducen por esporas mientras no miras. La de notas que tengo por aquí despistadas, no os hacéis idea. Y tiene una que tener un cuidado que no veáis, que las dejas a su libre albedrío y se juntan en canciones rarunas, horteras o simplemente lamentables. Vamos, la clase de canciones que nos encantan en una juerga. Va, que nos conocemos.

Pues mirad, me habéis dado un idea, cuando termine de ordenar los discos voy a reunir en un blog algunas de esas canciones. Una especie de cajón de sastre, o desastre, de la horterez esa que nos encanta.

Ah, y por cierto, lo de Tocadiscos Arisco es porque voy de incógnito. En realidad soy una gramola.

Bienvenidos.